A principios de los años '60, cuando Mercedes Sosa recién intentaba suerte en los caminos del arte, salió de su Tucumán natal y buscó horizontes artísticos junto a su esposo de entonces, el también músico y cantor Oscar Matus; apuntaron a Uruguay y así llegaron una tarde de domingo a la ciudad de Salto, con la intención de cantar en algún lado para que alguien los escuchara. Recalaron en la fono-platea de Radio Cultural, donde Ramón Vinci les abrió las puertas y les consiguió como acompañante a "un muchachito que se defendía bastante bien tocando zambas". El "muchachito" no era otro que Omar Espinosa, a quien fueron a buscar al barrio Lazareto y esa tarde secundó lo que sería la única actuación en la ciudad de Salto de Mercedes Sosa, cuando la cantora era aun una desconocida.
Contra lo que se pueda pensar, Espinosa no siguió ligado después de esa tarde a la carrera de Mercedes Sosa. Lo insólito es que el muchachito salteño continuó con su carrera de guitarrista y se radicaría muchos años mas tarde en París, donde a principios de los años ochenta fue contactado para trabajar como músico de Mercedes.
"Fue una casualidad" –cuenta Espinosa: - "yo ni me acordaba de lo de Salto, cuando estando en París me propusieron integrar el grupo de músicos de Mercedes Sosa. En cambio Mercedes... ella sí se acordaba".
Recientemente, luego de la muerte de Mercedes Sosa, el guitarrista uruguayo, contaría en un reportaje:
Mi colaboración con Mercedes comenzó en el invierno de 1981 en París. Era la época de su exilio europeo y fue nuestro común amigo Horacio Molina quien hizo el nexo entre nosotros. A partir de entonces vivimos tres años de estrecha amistad y de complicidad artística y musical. Al mismo tiempo fue un período muy difícil para Mercedes, ya que su único deseo era volver a cantar a su país y a menudo sufría las tentaciones que se le ofrecían en cada gira sudamericana de volver al continente. Ella cantaba mucho en Brasil, Colombia, Venezuela, América Central... Eran conciertos multitudinarios en estadios de fútbol en donde cantaba ante 10 o 20.000 personas que la adoraban, lo cual mostraba su inmensa popularidad en el continente. Musicalmente estaba en su máximo potencial y también fue ahí cuando comenzó a cantar temas de los míticos Milton Nascimento, Silvio Rodríguez, León Gieco...
El período más fuerte quedó marcado con su vuelta a Argentina, en los legendarios conciertos del teatro Opera de Buenos Aires inmortalizados en el disco grabado en vivo "Mercedes Sosa en Argentina".
Personalmente, confieso que nunca sentí tanta emoción de un público hacia un artista en un escenario y creo que esas noches en el Opera de Buenos Aires no serán jamás superadas en lo emocional ni en lo artístico.
El período más fuerte quedó marcado con su vuelta a Argentina, en los legendarios conciertos del teatro Opera de Buenos Aires inmortalizados en el disco grabado en vivo "Mercedes Sosa en Argentina".
Personalmente, confieso que nunca sentí tanta emoción de un público hacia un artista en un escenario y creo que esas noches en el Opera de Buenos Aires no serán jamás superadas en lo emocional ni en lo artístico.
Archivo:
Mercedes Sosa en Argentina / Teatro Opera de Buenos Aires 1982
(Audio: Fuente: Perrerac ) (Artículo: Suplemento Semanal "Radar" - Diario La Prensa, Salto, Uruguay)
No hay comentarios:
Publicar un comentario