viernes, 25 de febrero de 2011

Festival Dulce Corazón del Canto / Lo que no se dice



Desde tiempos inmemoriales que se pide a las autoridades culturales del departamento de Maldonado que realicen un serio relevamiento de los artistas profesionales que residen y trabajan por el arte y la cultura de la región. Una base de datos (aprovechando hoy mas que nunca los adelantos tecnológicos) que permita crear un mecanismo veraz y eficiente  para dar cauce a las vertientes culturales, proteger, fomentar, difundir y ayudar de esa manera a los artistas. Pero tanto mas se ha pedido, tanto mas se ha ignorado desde siempre esta cuestión, y cada vez que una nueva administración con sus respetivos funcionarios ocupan las sillas y los escritorios de la cultura comenzamos de nuevo con la misma  y repetida historia. Cientos de currículos y materiales de difusión, es decir, dinero que han gastado los artistas, duermen y descansan en los escritorios y los anaqueles de las entidades culturales, y La comunidad, que es a saber el pueblo, depositario de esta documentación, representado en este caso por los funcionarios, carece de un  banco de datos e ignora de esta  manera quienes son los protagonistas culturales que lo habitan.
Luego, lo que mal se hace cuando las entidades culturales y los funcionarios deben acudir a los artistas, es poner a dedo a quienes los funcionarios consideran por puro gusto y simpatía, pero no desde una base seria ni tampoco desde un mecanismo que permita distribuir equitativamente los recursos económicos asignados a las actuaciones y eventos.

En estos últimos tiempos se habló mucho de la descentralización cultural. La gente no ha entendido muy bien de que se trata ni adonde apunta. Pero la palabra nos revela el camino, parece: Descentralizar es sacar del centro al objeto en cuestión. Descentralizar la cultura en este caso sería, según algunos lo entendemos, expandirla desde las oficinas centralizadoras de las intendencias y proyectarla a las comunas de los pueblos y villas para que esa cultura pase a ser manejada por quienes deben y debieron manejarla siempre de una forma popular y democrática: El pueblo, los artistas y los protagonistas y fomentadores de la cultura.

Hace 10 años tenemos en el departamento de Maldonado un Festival Nacional de Folclore de supuesta relevancia nacional e internacional, manejado en todas sus ediciones por una comisión que nunca estuvo elegida ni por artistas ni por ciudadanos, sino que se eligió por autodeterminación dentro de la Junta local de Pan de Azúcar, sin que se sepa hasta ahora, que haya sido elegida por una asamblea o cabildo, o sea, de un manera democrática y participativa. Luego, este Festival no ha presentado jamás al pueblo sus estatutos, todo festival y evento organizado con los erarios públicos debe regirse por estatutos y guiarse por ellos, ¿Dónde están los estatutos del Festival Dulce Corazón del Canto? Si es que acaso los hay,  pocos o casi nadie los conocen.

En las sucesivas ediciones del Festival de Pan de Azúcar no se realizan convocatorias artísticas departamentales ni regionales, la Comisión sale a informar a la prensa un mes o dos antes del evento. Cuando se acerca la fecha del evento hay artistas de nuestro departamento que están apalabrados para actuar meses antes, y otros que dan por descontada su participación en él y que al parecer no necesitan pasar por ninguna convocatoria ni evaluación, mientras otros jamás han sido convocados.
Para la edición de este año 2011, los artistas del departamento de Maldonado que tuvieron participación en el festival se enteraron que actuarían pocos días antes, a una gran mayoría no se les consultó previamente caché, sino que se les fijó arbitrariamente el mismo precio del año pasado. Los caché no tienen relación entre sí,  porque tampoco, como dijimos, hay donde agarrarse para evaluar y tener referencias de criterios de contratación, ya que no hay por donde regirse al no existir o no darse a conocer los estatutos de este festival. A los artistas de Maldonado se les cambia el día y hora de actuación según conveniencia y antojo.

Los artistas profesionales residentes de este departamento continúan  sujetos al problema que se citó al comienzo de este artículo, es decir : que aún no se ha creado una herramienta que desde las autoridades culturales designe con equidad y oportunidades para todos, en  primer lugar: Los artistas que son profesionales y que dedican gran parte de su vida al arte y la cultura, y son los que en definitiva deben priorizar en darles convocatorias  de trabajo con una clara rotatividad e igualitarias oportunidades para todos. Hay que tener en cuenta que por otro lado están los aficionados y los artistas jóvenes que deben tener su lugar y espacio con una convocatoria clara y amplia, porque también estos son un potente motor de nuestra cultura,  pero que a su vez forman parte de otro rubro. También están los artistas de  los departamentos vecinos y los intercambios culturales que deberían ser convocados en delegaciones a través de las direcciones de cultura de todos los departamentos para una participación nacional sin exclusiones. Y por último, ¿Qué criterios se usan para la contratación de artistas nacionales y extranjeros cuando este evento está manejado por una Comisión auto-elegida desde la interna de la Junta Local y desde las directrices de la Dirección de Cultura del Municipio de Maldonado? 

La Comisión de este festival, debería estar elegida por voto popular y luego ser totalmente independiente de la Intendencia, la que tendría que facilitar recursos y dinero, para que ésta Comisión popular integrada mas que nada por artistas y pueblo, manejara ese dinero y recursos de forma independiente y democrática basándose en los estatutos del festival, hasta ahora inexistentes.

Todo es plausible de mejora, mientras Dios no baje a Pan de Azúcar claro está, todo es plausible desde la participación democrática y  de la dirección de las cosas por reglas claras y estatutos escritos y definidos por el pueblo. Pero nada es posible desde la implantación de reglas que nadie conoce y que al parecer nadie escribió aún y mucho menos la gente, y nada puede ser bueno desde la  elección a puertas cerradas de lo que unos pocos quieren, aunque estos pocos deseen el bien común del pueblo, es el pueblo quien debe expresarse. Nosotros no comparamos, pero tenemos claro lo que es democrático y lo que no lo es, y  aunque a veces las libertades se coarten en episodios menores son libertades coartadas y punto.  

Cuando termina el Festival que los ciudadanos del departamento de Maldonado pagan con su dinero, y no con el de los funcionarios ni autoridades, podremos salir todos de allí muy satisfechos y divertidos, pero hay otras cosas que no se dicen y que tal vez sean las más importantes.

A las autoridades, integrantes de la comisión, periodistas,  y a  todos los involucrados en este evento realizado a expensas del dinero de todos, (que no es una “festichola”), sino un Festival Nacional de Folklore, quisiéramos recordarles la frase de José Artigas:



lunes, 21 de febrero de 2011

HORACIO GUARANY en EL FESTIVAL DULCE CORAZÓN DEL CANTO DE LA CIUDAD DE PAN DE AZÚCAR.


Este pasado fin de semana se llevó  a  cabo la 10ª edición del festival Dulce Corazón del canto en la ciudad de Pan de Azúcar depto.  de Maldonado.
Como figura estelar junto a otros buenos artistas nacionales que actuaron en este festival, estuvo la actuación del legendario cantor santafecino, leyenda viva del folklore argentino: Don Horacio Guarany.  Guarany a sus 85 años viene despidiéndose hace un tiempo largo de una extensa y mítica carrera artística. En 2005 Guarany sufrió un accidente cerebro-vascular que aunque tuvo una  pronta recuperación dejó sus secuelas en el veterano cantor, luego regresó a los escenarios y aunque con su espíritu indomable de siempre, se hace notar ya el peso de los años y el latigazo del  deterioro de su salud tras la convalecencia. No obstante Don Horacio el año pasado volvió a llenar el estadio Luna Park de Buenos Aires en lo que fue su despedida de este gran  escenario popular que en el apogeo de su carrera supo   abarrotar muchas veces  con recitales multitudinarios.

Guarany ya no canta en el sentido estricto de la palabra. Su voz decayó estrepitosamente luego de su último percance de salud, y sus shows donde se va despidiendo de su público desde un  tiempo a esta parte, son una suerte de rememoración de su anecdotario de vida y una recorrida por algunas de las canciones de su profusa obra, que el cantor como puede entona más con la emoción y la voluntad que con la garganta. Seguramente el público que lo sigue quiere ver sobre el escenario a un mito viviente de la canción popular y Horacio sigue convocando pueblo  y  continúa  siendo contratado para distintos eventos y  festivales a lo largo y ancho de su país, donde se le rinden homenajes y honores, sin duda plenamente merecidos.

La República Oriental del Uruguay, también, como la hermana República Argentina aunque en menor proyección masiva, ya que somos un pequeño país, tiene figuras legendarias del folklore y el canto popular. Y con muchas de esas figuras la cultura nacional mantiene una gran deuda de agradecimiento por el trabajo volcado en esfuerzos inconmensurables por esos abnegados cimentadores del canto  y de las artes, que en épocas buenas y épocas malas han dado su sangre humana para  sostener y aportar a que la cultura nacional  exista y se sostenga.
Podríamos citar decenas de nombres de poetas y cantores populares, algunos de ellos han desaparecido físicamente  hace poco, muchos se han despedido de la vida en el olvido y en la indigencia, teniendo que solicitar al estado uruguayo en  sus últimos años, una pensión graciable para poder comer, ya que Uruguay,  entre otras cosas,  es un país que nunca pudo darse el lujo de mantener a sus artistas, ya ni siquiera de ofrecerles un circuito de trabajo digno y permanente.
Hace poco despedíamos a Marcos Velázquez, un cantor y compositor  popular que dejó para la posteridad decenas de  canciones, y estudios inéditos sobre folklore uruguayo  que nunca pudo publicar en su país por falta de recursos. Tuvo que pasar buena parte de su vida en el exilio perseguido por la dictadura militar, actuó,  grabó y publicó en países como Francia, no obstante aquí en Uruguay  escuchar un tema de Velázquez en una radio o leer un artículo en un diario era y es como sacar la lotería. 
Citamos a Marcos Velázquez entre muchos otros,  porque es un ejemplo de olvido y desinterés de los que abundan en Uruguay hacia la cultura popular en general. No queremos entrar en componer listas de cantores y artistas con mayúsculas, de los que parió este fecundo suelo,  pero que rara vez son convocados por los grandes festivales folclóricos del país, festivales que en la mayoría de los casos son solventados en mayor o menor medida  por las intendencias de los respectivos departamentos donde se realizan. Festival de Durazno, Festival de la Patria Gaucha en  Tacuarembó, Festival de Andresito en Flores etc.,  y en estos últimos años,  catapultado como uno de los buenos festivales de todo el Uruguay, el Dulce Corazón del canto de la ciudad de Pan de Azúcar que ya lleva 10 años y convoca  miles de personas por jornada en tres días de edición. Todos ellos solventados con dinero de las intendencias, es decir del estado, es decir del pueblo uruguayo.
En alguno de estos festivales en sus últimas ediciones se están dando cierta coincidencias: A nuestro entender y al de muchos entendidos en la materia: demasiada ausencia de cultura y demasiada apuesta a la convocatoria y al mercadeo, con contratación de figuras nacionales relevantes que se repiten año tras año en todos los festivales, algunas de ellas nada tienen que ver con la línea folclórica aunque muchos de estos festivales se autodenominen festivales nacionales de folklore, y también la contratación de artistas argentinos de  gran convocatoria y de altísimo caché.
No sabemos cuánto costó la actuación de  Don Horacio Guarany   en el Dulce corazón del canto, ni tampoco cuánto costó, por ejemplo, la actuación de Teresa Parodi y Liliana Herrero para la edición 2009, pero estamos seguros que supera largamente los caché de cualquier artista uruguayo de renombre de los que están siendo  convocados por los festivales del país. Vale decir en buen criollo, que los artistas argentinos que los festivales uruguayos pagan con dinero del pueblo uruguayo son muchísimos más caros que los caché de cualquiera de nuestras estrellas populares. No por una cuestión de que sean argentinos, sino porque los organizadores de los festivales y las comisiones no  cruzan a La Argentina  a contratar a talentosos artistas de modesto y  mediano caché que en aquel  país vecino,  dicho sea de paso, hay muchos y muy buenos, sino que apuestan a los más caros y   marketineros, caso Chaqueño Palavecino con un caché que rondó para el Festival de Durazno de este año según se comenta,  en unos U$s 25.000 dólares, una cifra astronómica si consideramos que el más caro de los artistas uruguayos que es contratado en estos festivales no supera tal vez los 5.000 dólares.


Y bien,  dicen algunos,  Los Festivales además de un evento artístico son un negocio. Y eso no es noticia para nadie, por supuesto que estas opiniones mercantiles se generan  bajo el prisma de  un mundo que se ha vuelto más capitalista a cada minuto y donde todo se mide por el rédito económico.  Los festivales como cualquier evento son un negocio, pero  El Estado, el Ministerio de cultura, las direcciones de cultura ¿para que están?, ¿están para hacer negocio? Creo que la constitución de nuestro país dice otras cosas y que las líneas culturales de nuestras leyes y normas apuntan a otros asuntos y además, la cultura de los pueblos, según la UNESCO, no puede considerarse un artículo de consumo.
Y bien dicen otros: se apuesta a la convocatoria masiva de público, y si se trae a un artista que convoca público los festivales son un éxito y esa es en definitiva la meta que se persigue. ¿Esto es así? No tan así,  pues volvemos a remitirnos a las normas y éticas del estado como promotor de cultura, y que es el estado en definitiva sino el pueblo mismo bajo sus normas, políticas y directivas. La convocatoria está bien, siempre y cuando esa convocatoria,  esté sustentada por una cantidad de cosas que a veces se soslayan o simplemente no se ven con la razón del buen juicio comunitario y perdurable, sino que se miden tan solo por los réditos mediáticos y muchas veces políticos, pero  sobre todo lo que aquí está en juego con estas estrategias muy al estilo de la globalización, es la propia cadena que mantiene la cultura nacional, y ésta, actualmente, corre riesgo de cortarse. ¿Y cómo  lograr que no se corte?, una de la formas es que los recursos y dinero de la cultura nacional vaya a parar a manos de los artistas y trabajadores culturales que trabajan en este país y que hacen la cultura para este país. 
En demasiadas ocasiones escuchamos a los responsables de las organizaciones de estos festivales cuando consultados por la prensa por los resultados de los eventos, hablan de cuantas personas lograron meter, de cuantos kilos de chorizos se vendieron y de cuantos litros de cerveza se consumieron, y estos parecen ser los cánones para medir el éxito o el fracaso de un festival nacional de folclore, es decir, un festival donde lo primero debería ser el arte, pocas veces se habla de los músicos y artistas nacionales que se destacaron, de las nuevas obras y canciones compuestas, de las jóvenes figuras que pudieran sobresalir, no, nada de eso, en cambio se habla de  kilos de chorizos y litros de cerveza consumidos.


Volviendo a Don Horacio Guarany,  es un artista muy querido y respetado por el pueblo uruguayo, con el que siempre tuvo un vinculo permanente, además recordemos que en tiempos duros cuando en toda América latina artistas e intelectuales fueron perseguidos, Guarany fue uno de los grandes luchadores y defensores de otros artistas con menos poder de voz y llegada, y luchó  desde su puesto para el esclarecimiento de las libertades y los derechos humanos. Ahora, a muchos años de aquellos días aciagos, en plena democracia,  viejos fantasmas de aquellas épocas nefastas vuelven al ataque en contra de muchas cosas esenciales por las que antaño tanto se luchó. Y parece mentira pero al  igual que en aquella época hay tantos artistas proscriptos y prohibidos, no ya  por dictadores y censores, sino por  hacerle la vista gorda a un sistema ultra capitalista donde muchos de los que deberían velar  por una cultura inclusiva, están muy pendientes del monitoreo del rédito que dejan los festivales populares en beneficio del éxito mediático, pero muchas veces en desmedro de la cultura nacional.  Algunos de estos personajes que hoy se suben al carro de viejos ideales, funcionarios y políticos,  que se sacaron fotos abrazando al legendario cantor argentino en su estada en Uruguay, quizás no se estén enterando que un país pequeño como el nuestro, pero que en comparación ha sabido levantar grandes festivales populares, hoy en día se da el lujo de contratar a artistas de altísimo caché pero sepulta en el olvido a figuras emblemáticas de la canción popular que llegado el caso tienen que vivir de una pensión graciable porque no tienen sitio donde actuar y ni siquiera se los convoca para entregarles un pergamino. Por otro lado, mucho se habla de Patria Grande e integración regional latinoamericana, pero el slogan de patria grande no puede usarse para que vaya en contra de nosotros mismos, cada pueblo debe velar por sus recursos, pues de ellos necesita. Así como en un sistema federal cada provincia velará por sus co-provincianos sin desatender el intercambio con el resto y en un sentido de justicia y equidad. Creemos que es el ideario artiguista en su esencia más elemental.  No será que esta cuestión de la Patria grande algunos la han entendido muy mal. Cuando se desprotege al que convive contigo todos los días, al que comparte tu techo, tu comida, tu historia y tus sufrimientos,  no estamos siendo buenos anfitriones. Es decir,  creemos que la caridad empieza por casa. Ser buen anfitrión es otra cosa, para ser buen anfitrión hay que querer y atender primero a los de la familia, y esto siempre y cuando estemos en condiciones de invitar gente a la casa. Un país funciona exactamente como funciona una familia. Y si vos no tenes para alimentar bien a los tuyos menos podes  darte el lujo de llevar invitados con costos estrafalarios. Hay otras maneras de hacer las cosas en beneficio de la integración cultural latinoamericana, un país pobre que no puede pagar a sus propios artistas, debería buscar otros recursos si quiere tener figuras extranjeras prestigiosas como en este caso, una de las formas es pedirle a las embajadas y consulados de países hermanos que colaboren enviando artistas como intercambios culturales, de esta manera el país, en este caso las intendencias, no tienen que desembolsar esas abultadas cifras pagando esos inmensos caché,  de este modo beneficiamos el arte, posibilitamos el intercambio cultural continental y no desprotegemos a nuestros artistas nacionales.


Ahora bien, fue un privilegio volver a ver al cantor de Alto Verde erguirse desde el grito popular una vez más, fue lindo poder disfrutar de la presencia de esta leyenda viva del continente latinoamericano que aun con sus 85 años sigue convocando a las masas populares y tiene un lugar privilegiado en el cariño y el corazón del pueblo uruguayo ganado  con el talento, la verdad y sinceridad de su arte popular. Fue  hermoso que la gente de Pan de Azúcar haya disfrutado de la actuación de Horacio Guarany en su propia casa y a pocos metros de distancia en vivo y en directo. No obstante creemos interpretar el sentir de mucha gente cuando decimos que esperamos, que pasado este año, luego de demostrarle todo el cariño,  el sentimiento,  el aprecio y el respeto que le tenemos a Don Horacio Guarany, este argentinismo y latinoamericano cantor, comencemos luego a rendirle homenajes y a convocar las figuras legendarias y eternamente postergadas del canto nacional uruguayo, y ya de paso, algunas de ellas les vendría muy bien esos homenajes pues de paso se llevarían un buen caché artístico, visto el caso de que muchos de estos héroes de la cultura nacional, viven a veces como dijimos, de escasas pensiones graciables  que han tenido que solicitar al estado por no tener  aquí en su país un circuito digno de actuaciones. No sea cosa que con tanto descuido aquí en Uruguay se callen los cantores,  y como ya advirtió Horacio en su triunfal canción “…Que no calle el cantor, porque el silencio cobarde apaña la maldad que oprime/ no saben los cantores de agachadas/ no callaran jamás de frente al crimen…” Entonces que no se calle el cantor, que no se callen los cantores uruguayos, que no se calle la verdad, el arte y la vida

sábado, 19 de febrero de 2011

NELSON BLANCHET - LOCUTOR - CANTOR - PERIODISTA - Q.E.P.D

Falleció el periodista y locutor Nelson Blanchet.

Periodista, músico y locutor, y actualmente Jefe de Relaciones Públicas de la Intendencia de Florida, Nelson Blanchet Zamit, de 52 años, falleció anoche en un accidente de tránsito luego de que su camioneta fuera arrollada por un tren, tras una visita de los jerarcas a la inauguración de obras en la localidad de Cardal.
Dos funcionarios municipales se encuentran en estado reservado: el chofer del coche y una funcionaria también sufrió lesiones importantes.
El accidente fue sobre las 21 horas, próximo a la Estación de AFE del departamento: el vehículo de Blanchet fue arrollado por un tren. El conductor del vehículo intentó cruzar la vía férrea, sin percatarse que pasaba un tren de pasajeros a la estación local de AFE.
Según informaciones extraoficiales, el intendente de Florida, Carlos Enciso, viajaba en otro vehículo, detrás del periodista.
Han sido suspendidas todas las actividades del Carnaval 2011 en Florida, a iniciarse este sábado.
"Esto es una desgracia. No puedo declarar más que eso", dijo Enciso a diario El País.
En su carrera periodística, Blanchet trabajó como informativista y locutor en transmisiones de fútbol de radio El Espectador. Asimismo, trabajó en las radios CX 26 Sodre, RBC de Piriapolis, entre otras, y condujo noticieros en VTV y TV Libre. 



*Nelson Ramón Blanchet Zamit era un hombre afable. Con pocos trazos bastaba para conocerlo....
-¿Cuándo y donde nació?
En Florida el 20 de octubre de 1958
-¿Cuál es el recuerdo más feliz de su infancia?
Jugando bajo la Cinacinas, en el Prado Español
-¿Dónde se educó?
En Florida, la Escuela y luego en Colonia Suiza y Nueva Helvecia la Secundaria
¿Qué es la familia para usted?
Lo es todo, el sostén , la base
-¿Es usted una persona de expresar sus sentimiento a sus seres queridos?
-Si lo soy, siempre, si te quiero te lo demuestro.
-¿Es creyente, una persona de fe?
De mucha fe
-¿Todo tiempo pasado fue mejor?
-No jamás, siempre es mejor el que viene.
-Si pudiera cambiar tres cosas de este mundo, ¿Cuáles serían?
-Achico las distancias, no se como, pero en eso resumo todo.
-¿Cómo es para UD. un día ideal?
-Levantarme temprano, tener yerba y tabaco, yo armo los cigarros, que haya sol, no demasiado calor y tener un momento para disfrutar, trabajar como corresponde y tener un momento para disfrutar en el fondo, en la parrilla si en con algo arriba mejor y un vasito de vino.
-¿Cuál es su mayor creación?
-Mis hijos
-¿Si volviera a nacer, quien o que le gustaría ser?
-Sería quien soy pero mejorado, por una cuestión de tratar de ser más útil.
-¿Qué no volvería a hacer?
-No me arrepiento de nada de lo que hice.
-¿Cuántas veces tuvo que pedir perdón?
- sí muchas veces
-Y ¿Perdonar?
-También
-¿Qué significado tiene la muerte para usted?
-Es una instancia que ni me molesta ni me preocupa, se que llegará, me duele cuando tengo que sobrevivir a los más chicos.
-¿A qué cosas le teme?
El miedo no existe para mí, el miedo es el temor a lo desconocido así que lo que no conozco lo
trato de aprender.
-¿Qué papel juega el amor en su vida?
-Es fundamental, es el combustible de la vida.
-¿Qué fue lo más alocado que hizo por amor?
-Fue volver a Soraya, después de 30 años.
-¿De que trataría ese libro que jamás escribió?
-Del amor.
-¿Cuál es la comida que mas le fascina?
-El asado
-¿Cuál es su mayor virtud y su peor defecto?
-De las virtudes que hablen los que crean que existe. Se que cocino bien, eso es importante para mi. El defecto quizás sea el confiar demasiado
-¿Qué no le preguntamos y le gustaría contarnos acá?
-No me preguntaste como me va con esta nueva tarea, si me queda algo por hacer. Y todo lo que me queda por hacer de nuevo.


 *Cuestionario publicado por el programa "Viajeros del Folklore" en Facebook*


CUANDO SE MUERE UN CANTOR.


Cuando se apaga una estrella
pierde el cielo un titilar,
la luna no ve brillar
aquel destello perdido
y en el cielo del olvido
llora el azul de su espejo,
y ha de buscar su reflejo
en los confines del mar.


Cuando los pájaros lloran
es que un árbol ha caído,
y por el suelo abatidos
los nidos y ramazones
abrazan a los pichones
que no tendieron su vuelo,
y entre la tierra y el cielo
el monte llora vencido.


Cuando se muere un cantor
su voz se queda vibrando,
su copla queda soñando
en las voces que lo amarran
al amor de otras guitarras
privilegio de su amor,
cuando se muere un cantor
lo llora el pueblo cantando.
© Alejandro Reyes.



viernes, 11 de febrero de 2011

Los Solitarios y Paco Trelles / De nuevas maderas /RCA 1979




Otro de los LD de este singular y legendario Grupo uruguayo, en este caso aparece la tan buscada e inhallable Polca pal' aperiá, el cual fue en esa epoca un tema suceso en las radios difusoras de folklore nacional.